La revista Forbes realiza cada año un listado de los 100 deportistas mejor pagados a nivel mundial. En esta lista aparecen distintas disciplinas deportivas, como el boxeo, el fútbol, el tenis, entre otros. Lo que más llamó la atención de los atletas reconocidos del 2018, aparte de las exorbitantes cantidades de dinero que generan, es que no figura ni una deportista por primera vez en la historia.
La brecha de género se puede apreciar con gran claridad en el mundo deportivo, donde el sector masculino es, por lo general, mucho más reconocido a nivel mundial y con remuneraciones mucho más altas que el femenino. En este campo se deben asumir las diferencias biológicas entre hombres y mujeres; sin embargo, estas diferencias no son el detonante de la abismal diferencia de sueldos. La publicidad y la exposición mediática son las causas reales de la discriminación del deporte femenino.
En el fútbol, deporte rey a nivel mundial, es quizás donde se encuentran las cifras más escándalosas. Mientras que Leo Messi, el astro argentino, tiene un sueldo anual que ronda los 100 millones de euros brutos al año, Marta Vieira Da Silva, jugadora brasileña que ganó el premio FIFA por cuatros años seguidos, ingresó en el 2017 solo 500.000 dólares.
"El fútbol masculino le importa a todo el mundo, todos quieren saber lo que hace Cristiano o Neymar, pero a nadie le importa lo que hace Hope Solo o Abby Wambach, por muy duro que suene", comentó Victor Grao, periodista fundador del medio digital La Pizarra del DT. Grao afirmó que a pesar de que en los últimos 5 años el fútbol femenino ha experimentado un crecimiento exponencial, y que equipos femeninos como el Atlético de Madrid o el PSG han ido creciendo, la diferencia mediática y de salarios sigue siendo demasiado marcada.
"En España hay jugadoras de primera división que tienen contratos de jornada parcial y que entrenan o dirigen a otros equipos porque su sueldo no les alcanza para vivir", dice Grao y agrega que hay que tomar en cuenta que el fútbol masculino tiene casi 100 años de trayectoria, mientras que el fútbol femenino tiene muy pocos años siendo tomado en cuenta como deporte profesional. "Solo el tiempo y mucho, mucho dinero van a lograr que la brecha se vaya cerrando".
La gran visibilidad que se le da al deporte masculino en general en los medios de comunicación es mucho mayor con respecto a los deportes femeninos. Un mundial de fútbol, la Serie del Caribe de béisbol o el Super Bowl de fútbol americano son eventos deportivos con gran cobertura internacional y, por supuesto, solo participan hombres. Esta es una de las principales causas por las que las marcas deciden invertir en equipos y selecciones masculinas, pues saben que la exposición y el alcance publicitario será mucho mayor.
A pesar de que marcas como Herbalife o Iberdrola han apostado en los últimos años por invertir en el sector femenino del deporte, aún la brecha sigue siendo extremadamente amplia. Sí, las mujeres poco a poco han ido abriéndose paso en un terreno que hasta hace muy poco tiempo era exclusivamente masculino, pero aún queda un gran camino por recorrer.
Por Tábita Forja
La brecha de género se puede apreciar con gran claridad en el mundo deportivo, donde el sector masculino es, por lo general, mucho más reconocido a nivel mundial y con remuneraciones mucho más altas que el femenino. En este campo se deben asumir las diferencias biológicas entre hombres y mujeres; sin embargo, estas diferencias no son el detonante de la abismal diferencia de sueldos. La publicidad y la exposición mediática son las causas reales de la discriminación del deporte femenino.
En el fútbol, deporte rey a nivel mundial, es quizás donde se encuentran las cifras más escándalosas. Mientras que Leo Messi, el astro argentino, tiene un sueldo anual que ronda los 100 millones de euros brutos al año, Marta Vieira Da Silva, jugadora brasileña que ganó el premio FIFA por cuatros años seguidos, ingresó en el 2017 solo 500.000 dólares.
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Marta Vieira Da Silva Fotografía de newdayreview.com |
"En España hay jugadoras de primera división que tienen contratos de jornada parcial y que entrenan o dirigen a otros equipos porque su sueldo no les alcanza para vivir", dice Grao y agrega que hay que tomar en cuenta que el fútbol masculino tiene casi 100 años de trayectoria, mientras que el fútbol femenino tiene muy pocos años siendo tomado en cuenta como deporte profesional. "Solo el tiempo y mucho, mucho dinero van a lograr que la brecha se vaya cerrando".
La gran visibilidad que se le da al deporte masculino en general en los medios de comunicación es mucho mayor con respecto a los deportes femeninos. Un mundial de fútbol, la Serie del Caribe de béisbol o el Super Bowl de fútbol americano son eventos deportivos con gran cobertura internacional y, por supuesto, solo participan hombres. Esta es una de las principales causas por las que las marcas deciden invertir en equipos y selecciones masculinas, pues saben que la exposición y el alcance publicitario será mucho mayor.
A pesar de que marcas como Herbalife o Iberdrola han apostado en los últimos años por invertir en el sector femenino del deporte, aún la brecha sigue siendo extremadamente amplia. Sí, las mujeres poco a poco han ido abriéndose paso en un terreno que hasta hace muy poco tiempo era exclusivamente masculino, pero aún queda un gran camino por recorrer.
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Iberdrola Imagen de Iberdrola |
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Herbalife Imagen de Herbalife |
Por Tábita Forja
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