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OIT confirma la existencia de la brecha salarial

El Informe Mundial sobre Salarios del mundo de la Organización Internacional del Trabajo ha constatado que existe casi un 20% de diferencia en la remuneración entre hombres y mujeres a nivel mundial por Catherine Carey

Rosalía Vázquez-Álvarez, miembro de la Organización Internacional del Trabajo y coautora del informe 2018-2019 ha presentado los resultados del estudio en la facultad de derecho de la Universidad Autónoma de Barcelona. Esta es la primera vez que se presenta el informe en una universidad.

Vázquez ha explicado que la desigualdad salarial sigue estando vigente y que “hay variaciones de un país a otro, por ejemplo en Pakistán hay un 34%, mientras que en Filipinas las mujeres ganan un promedio de 10,3% más que los hombres, pero este es un caso bastante aislado”


Rosalía Vázquez y Eduardo Rojo. Fotografía cortesía de la Universidad Autónoma de Barcelona.

El tema principal del Informe Mundial sobre Salarios 2018/2019 ha estado la brecha salarial.El informe ha seguido la meta 8.5 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas que propone como indicador principal comparar el «ingreso medio por hora de empleadas y empleados» (indicador 8.5.1).  

A partir de mirar los salarios medios por hora en 73 países que abarcan cerca del 80% de los trabajadores del mundo se ha constato que la brecha salarial de género ponderada a nivel mundial se sitúa en torno al 16% aunque hay variaciones según el país.

Existen otras maneras de medir las brechas salariales de género no ajustadas, ha aclarado Vázquez. Las dos maneras que más se utilizan son la brecha salarial de género basada en la media (el cálculo anterior) y la brecha salarial de género basada en la mediana que compara el valor central de la distribución salarial de las mujeres con el valor central de los hombres.

Las diferencias entre género también se encuentra cuando se hacen comparaciones utilizando salarios mensuales en lugar de salarios por hora. Poniendo en práctica estas cuatro mediciones (salarios promedios o mediana y salarios por hora o mes) el informe observa que "las estimaciones rondan entre el 16% y el 22%, todo depende de la medida usada" ha expresado Vázquez. 

El informe, a parte de aclarar cómo se mide la brecha salarial por género, diferencia entre la situación en países que perciben más ingresos y los que menos. A partir de datos de salarios obtenidos de 64 países que reflejan el 75% de  los trabajadores asalariados del mundo, el informe muestra que los niveles más bajos de desigualdad salarial se encuentran en el grupo de países de ingreso alto, mientras que los niveles más elevados de desigualdad salarial se registran en países de ingreso bajo y mediano.

En los países de altos ingresos, la diferencia de retribución entre sexos es más pronunciada en el extremo superior de la escala salarial, mientra que, en los países de ingresos medios y bajos, la diferencia de retribución está más presente entre los trabajadores peor remunerados.

Entre los países considerados por el informe como de ingreso alto, Suecia es donde hay la desigualdad más baja y la más alta está en Chile. Entre los considerados de ingreso bajo y mediano, Sudáfrica y Namibia cuentan con la desigualdad más alta y por contra, Armenia y Mongolia registran la desigualdad más baja.

La existencia de brecha salarial en la mayoría de países contrasta con el hecho de que las mujeres en la mayoría de los países tienen un mejor y más alto nivel de educación que el de los hombres. El informe también demuestra que las mujeres siguen percibiendo salarios más bajos aunque estén en las mismas categorías profesionales que los hombres.

El segundo eje del informe ha sido evaluar el crecimiento mundial del salario. Según los datos recopilados de 136 países se ha constatado un débil crecimiento mundial del salario, en términos de salarios reales, pues pasó de ser 2,4% el 2016  al 1,8% el 2017 que es el nivel más bajo desde 2008.

«El crecimiento de los salarios reales se calcula utilizando los salarios mensuales brutos más que los salarios por hora, cuya disponibilidad es menos frecuente, por lo que las fluctuaciones reflejan los salarios por hora y el número medio de horas trabajadas» (Informe Mundial sobre Salarios:2)

Para el futuro, Vázquez ha hecho unas sugerencias. Primeramente se tienen que obtener datos más fiables y suplir la falta que muchos países tienen respecto a contar con mejores datos sobre la distribución de los salarios. Los países de ingreso bajo y mediano tienen estadísticas limitadas sobre los salarios medios de hombres y mujeres. 

Segundo, cada país debe adoptar una amplia gama de políticas y medidas, que aunque ya existen en diferentes países, deben ser efectivas. Estas medidas no deben ser solo sumatorias y deben pasar a examinar en más detalle las estructuras salariales de los hombres y mujeres.

Por último, Vázquez ha explicado que se debe explicar la brecha de salarial de género a través de la educación, el cambio de estereotipos y la lucha contra prejuicios de los empleadores a la hora de contratación y promoción. Una medida podría ser que donde las mujeres tienen logros educativos menores que los hombres se adoptasen políticas educativas dirigidas a aumentar las tasas de escolarización entre las niñas. Por otro lado, para reducir la segregación profesional es necesario un cambio en los estereotipos para atraer más mujeres en la ciencia, tecnología, ingería y matemáticas.

El acto ha estado organizado con motivo de la celebración del Día Mundial de la Mujer Trabajadora y como conmemoración del centenario de la Organización Internacional del Trabajo y ha estado organizado por el Observatori per a la Igualtat y el Centre d’Estudis i Recerca Dones i Drets.

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