En las elecciones de medio mandato, Donald Trump peridió una influencia en la cámara de representantes que supuso una reflexión para la derecha, ante el giro radical de su discurso antes y después de las presidenciales de 2016. En el otro extremo, la recuperación del poder legislativo de los demócrata se entiende como una transformación de la política norteamericana, frente a la voluntad de una sociedad anti-Trump.
Por Aleix Mata
Por otro lado, y en términos más positivos, la radicalización del establishment hacia una ala ultraconservadora, ha provocado una respuesta contundente de una parte de la sociedad. Colectivos feministas como el Women's March ha impulsado una respuesta de resistencia a las políticas machistas y xenófobas de Trump, promocionando las candidaturas de nuevas representantes o gobernadoras en Estados Unidos. En la misma linea, Emily's List, una organización de corte progresista, se dedica desde 1985 a promover la participación de la mujer en la política. Desde que Hillary Clinton perdió las presidenciales hasta que llego la campaña de las legislativas, su teléfono no paro de sonar. 40.000 mujeres contactaron con Emily's para expresar su interés en presentarse a algún cargo electo, mientras que en 2016 no llegaban al millar.
Y la respuesta llegó. En las legislativas de noviembre, la Cámara de Representantes pasó a ser de mayoría demócrata, gracias al impulso de la representación femenina. Con más de 100 escaños y algunas gobernaciones, de las 420 mujeres que presentaron candidatura, se sitúan en un 25% de la representación del Congreso, un cambio de relieve histórico, según afirma el Center for American Women and Politics de Reuters.
La feminización de la política se ha visto como una efeméride histórica en la sociedad americana, en la que Netflix ha querido poner su granito de arena con el reportaje, Knock Down. Una crónica del auge y la popularización de estas mujeres que han llegado al Congreso en los últimos comicios. El documental repasa las iniciativas de campaña de Paula Jean (West Virginia), Cori Bush (Sant Louis)
Amy Vilela (Las Vegas) y de Alxandria Ocasio-Cortez, una activista del Bronx, que con 29 años se ha convertido en la mujer más joven en entrar en the House of Representatives. Su carisma no ha tardado en destacar dentro del Congreso, donde a través de una forma de hacer política muy diferente, intenta controlar el poder del establishement y impulsar iniciativas más equitativas y sostenibles. Ocasio-Cortez reclama volver a hacer política de verdad, con la gente y para la gente.- Es necesario conocerse, conversar y hacerse fotos, para que te cuenten cosas. En aquellas en las que creen, en aquellas que quieren para mejorar sus vidas, en definitiva escuchar sus historias - destacaba en una de sus primeras intervenciones en sede parlamentaria. Aquí, analizaremos parte de su trayectoria, especialmente dentro de sus últimas intervenciones a favor del New Green Dale, que impulsa con el senador Bernie Sanders.
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Fuente/ Diario.es |
Alexandria Ocasio-Corez se ha convertido en un fenómeno mediático, no solo en Estados Unidos, des de que en junio de 2018 ganó frente al todopoderoso, Joseph Crowley, considerado el cuarto demócrata más influyente dentro de la Cámara de Representantes, las elecciones primarias del partido demócrata del 14 distrito de Nueva York (Bronx + Queens). Influenciada por las políticas progresistas del senador Bernie Sanders (Vermont), la representante de origen latino destapó una manera más horizontal de hacer política. Fuera de la lógica de partidos, impulsó una estrategia para posicionar a la clase trabajadora en un posición de equilibrio con los poderes tradicionales, Wall Sreet y las grandes compañías farmacéuticas. Este último grupo es con el que la representante ha mantenido una batalla constante en sede parlamentaria por considerarlo uno de los grandes culpables de las desigualdades que sufre la sociedad americana.
Ocasio-Cortez se ha centrado en reivindicar la posición de la mujer en la política americana, aunque también ha sido una de las grandes impulsoras, a través del movimiento, Sunrise Movement, del Green New Deal. Un pacto para relanzar una economía más verde y igualitaria, que a la vez, persigue un giro a la izquierda del partido demócrata. La neoyorquina ha ganado mucha popularidad gracias al poder mediático que le ha ofrecido la explotación de sus iniciativas a través de las redes sociales.
El New Green Deal ha entrado con fuerza en la esfera pública. Se percibe como un lucha contra el escepticismo de las políticas de Trump frente al cambio climático, ya que sin tapujos, denuncia la responsabilidad que tienen las grandes riquezas del mundo en la contaminación ambiental. Este pacto que tiene que devenir en un compromiso de estado en el Congreso, esta ganando adeptos gracias a las campañas de soporte de Bernie Sanders y a la implicación de una sociedad cada vez más concienciada con el cambio climático. Además, otras problemáticas como el racismo o las desigualdad que sufren las minorías en la toma de decisiones, un factor del giro a la derecha de las políticas estatales, han envalentonado el espíritu de la nueva política. Según la catedrática de Ciencias Políticas de la Universidad de Rutgers, la propagación de esta transformación política se entiende a partir de la radicalización del discurso del partido Republicano. El voto progresista se ha concentrado en la oposición, sumado a una mayor participación de la mujer. Muy residual entre los republicanos.
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Fuente/ NY Times |
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