Un análisis objetivo y alejado de partidos políticos sobre la crisis económica que llenó de angustia y desespero a todo un continente
El catedrático de Economía de la Universidad de Barcelona resalta en su obra
que las decisiones que se tomaron en Europa para revertir la situación de
crisis fueron técnicas, no políticas. Tanto las condiciones de vida como
las condiciones laborales de la población quedaron en segundo plano y
el beneficio de las empresas prestamistas fue puesto como
prioridad.
La tesis central que defiende Costas en su obra es que la pérdida de confianza, por parte de la sociedad, en los partidos políticos y en el gobierno provocaron la destrucción del contrato social. Este contrato funcionaba como el “pegamento” que mantenía el Estado del Bienestar vigente y activo. Las consecuencias de esta ruptura se han hecho notar: una alta desigualdad en el reparto de la renta de la sociedad, populismo -principalmente de izquierda- y el independentismo catalán, lo cual para Costas es la demostración "más preocupante" del quiebre del contrato social español.
Si bien este contrato social funcionó muy bien a partir del período de transición y se mantuvo así por 20 años, la sociedad ha cambiado. Por lo tanto, es vital que se genere un nuevo contrato que esté planteado para las necesidades actuales de la población y las realidades políticas y económicas que atraviesa España. Para que esto suceda, Costas plantea 5 requisitos indispensables: estabilizar la macro economía española, empresas medianas más eficientes, crecimiento económico, redistribución de la renta y una democracia más transparente y responsable.
Políticas de austeridad que se podían
haber evitado, planificación deficiente y completa irresponsabilidad por parte
de las autoridades. Estas son algunas de las causas de la crisis
económica que atravesó España en el 2008, así lo plantea el ingeniero
y economista Antón Costas en su libro El final del desconcierto.
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Antón Costas Fotografía de La Vanguardia |
La tesis central que defiende Costas en su obra es que la pérdida de confianza, por parte de la sociedad, en los partidos políticos y en el gobierno provocaron la destrucción del contrato social. Este contrato funcionaba como el “pegamento” que mantenía el Estado del Bienestar vigente y activo. Las consecuencias de esta ruptura se han hecho notar: una alta desigualdad en el reparto de la renta de la sociedad, populismo -principalmente de izquierda- y el independentismo catalán, lo cual para Costas es la demostración "más preocupante" del quiebre del contrato social español.
Si bien este contrato social funcionó muy bien a partir del período de transición y se mantuvo así por 20 años, la sociedad ha cambiado. Por lo tanto, es vital que se genere un nuevo contrato que esté planteado para las necesidades actuales de la población y las realidades políticas y económicas que atraviesa España. Para que esto suceda, Costas plantea 5 requisitos indispensables: estabilizar la macro economía española, empresas medianas más eficientes, crecimiento económico, redistribución de la renta y una democracia más transparente y responsable.
En El final del desconcierto se
exhibe también una posible salida económica, con la cual concuerdo completamente,
y es la del cosmopolitismo. Costas afirma que es una política "win-win",
es decir, ganar-ganar. Inicialmente serían las clases más altas las que verían
los beneficios de aplicar estas medidas económicas, pero a largo a plazo hasta
las clases más empobrecidas tras las crisis disfrutarían de una mejoría
significativa. El autor respalda al capitalismo y destaca que
aquellos que están en contra de este modelo económico no han sido capaces de
proponer algo que funcione mejor.
Es un libro que se entiende a la perfección y que permite al
lector conocer diferentes aspectos que estuvieron involucrados en la explosión
de la crisis financiera del 2008. Considero que es una obra muy completa. A lo
largo de sus páginas se presentan todos los argumentos necesarios para defender
cada planteamiento realizado por el autor, de modo que no queden dudas de que
lo que dice en sus páginas es aplicable a la sociedad española. Costas se expresa con optimismo en lo que al avance de la economía de España se refiere; afirma que es un país que ha sabido recuperarse de momentos desastrosos y que ha tenido picos de expansión importantes. España es un país con fortalezas económicas importantes que no deben dejarse de lado; al contrario, deben potenciarse.
Por Tábita Forja
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