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La mujer en la alta dirección


Maria Àngels Viladot, autora del libro, Las mujeres en altos cargos, denuncia a través de 640 entrevistas a mujeres en cargos directivos que aunque hay una parte de mujeres que han superado el techo de cristal al ocupar estos puestos de responsabilidad, los estereotipos de la mujer siguen muy presentes en estos círculos laborales. Un factor que pone en duda la idoneidad de la mujer frente al liderazgo.

Por Aleix Mata

ElEconomista.es

Viladot destaca que las directiva siguen sufriendo un micromasclimo que les marca su trayectoria profesional. A diferencia de los hombres, capaces de utilizar la broma para ganar liderazgo, ellas están rezagadas a una postura más pasiva, que les quita profesionalidad a la ahora de asumir factores de los que se le ha privado adquirir.

Eso sí, la incorporación progresiva de la mujer en estos cargos ofrece una distribución de género más equitativa que le permite reducir este tipo de estigmas. La vulnerabilidad esta disminuyendo a medida que baja la discriminación. En Cataluña las direcciones son ocupadas en un 18% frente el 25% del conjunto de España, según destaca VilaWeb. Dentro del sector financiero, la presencia de la mujer es del 12,1% y la presencia es nula en empresas como Abertis, Acerinox, ACS, Día y Viscofan. En números reales la presencia de la mujer en las direcciones empresariales del sector es del 3% según informa Cinco Días.

La autora se reafirma en sus conclusiones ya que pese a que la situación está mejorando, será imposible llegar a la equidad absoluta si el hombre no se introduce con más compromiso a la vida privada, de la misma forma que la mujer lo ha hecho en la vida laboral.

Los resultados actuales vienen de muy lejos y se fundamentan en la desigualdad de oportunidades. Hemos de cambiar los estereotipos desde las enseñanzas más iniciales, ya que eso ropería el muro de la desigualdad y la discriminación frente al liderazgo - señala Viladot en su nuevo libro.

Después introduce el concepto de la directiva abeja para identificar el problema dentro del mismo movimiento. Este concepto refleja la idea de mujeres directivas, como Margaret Tacher, el ejemplo más paradigmático, que adoptan actitudes masculinas cuando llegan a los círculos de poder. Esto supone una copia del modelo que empeora la paridad desde el propio frente.

Hay otros indicadores que frenan la llegada de la mujer a las direcciones. El 83% de les directivas opina que la cultura empresarial es predominantemente masculina, excluyente y poco atractiva para la mujer, Mientras que para el 79% el problema es la falta de estructuras de soporte para la conciliación; el 67% senyala que hay prejuicios de género y al 54% ve como una barrera la bretxa salarial, - según informa VilaWeb.




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